Barcelona-Inter: Oxígeno o catástrofe
No va más en el Camp Nou. En pleno día de la Hispanidad, el Barcelona disputa un partido cuya trascendencia apela a fases más avanzadas de la temporada. Sus malos resultados le conducen a términos heroicos antes de tiempo: conjura, final anticipada, la espada y la pared… Llega el Inter con unas armas tan previsibles como eficaces. Así quedó demostrado la semana pasada en Milán. Acumulación de jugadores atrás e intensidad extrema. Si los italianos vuelven a puntuar, el futuro azulgrana en la Champions se pintará de un marrón muy oscuro. Casi negro.
Llegado al ecuador de la fase de grupos, la clasificación es cristalina en un grupo sin empates: líder el Bayern (9 puntos), segundo el Inter (6), en alerta roja el Barça (3) y descolgado el Viktoria Plzen (0). De los tres partidos que le restan a los culés, ninguno tiene la importancia del primero. Tanto que si pierde estará fuera de la máxima competición europea. Y un empate, sin ser definitivo, también le haría depender de improbables carambolas.
Así que la victoria es el único resultado que permite respirar de verdad a los chicos de Xavi Hernández. Y mejor si es por al menos dos goles, ya que esa diferencia de goles con el Inter puede ser crucial cuando concluya la fase de grupos. Esas son las intenciones, pero los hechos recientes no invitan a pensar en su cumplimiento. Hasta el entrenador catalán lo admite públicamente: su equipo se ha gripado desde el parón de selecciones.
Una victoria gris en Mallorca, la mencionada derrota en Milán y otro triunfo coronado con sufrimiento extremo ante el Celta. Ese es el bagaje culé en las últimas semanas. Y aún así los resultados son mejores que el juego rácano y desnortado que está desplegando el Barça. Su embotellamiento alrededor de Ter Stegen en los minutos finales del partido contra los gallegos es la mejor prueba. El cambio de rumbo resulta imperioso.
Delanteros sedientos
Y tampoco cuenta Xavi con ningún revulsivo para activar al equipo. La mayor parte de la faena pasa por que el tridente Raphinha-Dembélé-Lewandowski, aciago en el Giuseppe Meazza, se vuelva a entonar. O porque Gavi y Pedri, que se pasaron la pelota ¡tres veces! aquel día, reconecten. De hecho, se espera que repitan diez de los once titulares, todos menos el lesionado Andreas Christensen, que dejará su plaza a Gerard Piqué. Además del danés, también siguen de baja Ronald Araújo, Julens Koundé, Héctor Bellerín y Memphis Depay. Y el Clásico ya clarea en el horizonte…
En cuanto al Inter, que ha perdido en sus cinco visitas al Camp Nou en la máxima competición, europea, también vuelve a lidiar con sus propias ausencias importantes. Igual que sucedió en la ida, siguen fuera dos jugadores fundamentales como Romelu Lukaku y Marcelo Brozovic, mientras que en ataque tampoco es segura la participación del exsevillista Joaquín Correa, quien podría dejar su sitio en el once al espigado Edin Dzeko. Tampoco sería descabellado que Simone Inzaghi alineara un solo delantero para añadir aún más tonelaje al autobús. Más que nunca, duelo de estilos.